domingo, 29 de mayo de 2011

Gatillazo de contador

No, no me refiero al flamante vencedor del Giro, sino a nuestro contador, con c minúscula, el de este Blog.

La ventana electrónica que informaba sobre el número de visitas que recibíamos, y nos indicaba desde dónde estaban hechas. El año pasado, con motivo del partido del Anderlecht, llegamos a contabilizar varios cientos. Pero indudablemente lo que más ilusión me hacía era ver la diversa procedencia de nuestr@ lectores: teníamos gente que -quién sabe si por error, que seguramente, pero nos gustaba imaginar que era por convicción- nos había visitado desde Jordania, Hungría, Corea, Estados Unidos, Brasil, Bolivia, Argentina... Nuestro Tesorero me lo comentó el otro día desde Noruega, donde estaba de viaje (seguramente -aunque estuviera en mitad de un fiordo perdido- habría entrado para añadir la bandera del país nórdico a nuestra "clientela internacional", el Tesorero es un tipo muy comprometido con la causa). Me envió un sms que rezaba "El contador del Blog está a Cero! Snif...".

Pues sí. GAN Snif. Una pena. Si hay algún alma caritativa por ahi que nos pueda aconsejar sobre como podriamos recuperar la memoria de visitas, le estariamos agradecidos...

lunes, 2 de mayo de 2011

Mi jefe, el cesto y los huevos

Tengo que confesar que en los últimos minutos del partido de hoy mi pensamiento me ha llevado en primer lugar hasta mi jefe (el Director de la oficina para la que trabajo).

Y es que una de las cosas malas que tiene el formar parte de una estructura laboral, con superiores que de vez en cuando te dan charlas que en principio te resbalan pero en el fondo te influyen, es que a veces la cabeza se te va hacia una conversación relacionada con el trabajo.

Esta vez ha sido hacia una reunión que tuve, junto con parte del equipo, con el big boss acerca de un colega no demasiado cooperador. Fue hace cosa de dos meses. Lo recuerdo porque me llamó especialmente la atención la actitud agresiva del director. Estaba muy enfadado. Un cabreo de mil pares, contra todo el mundo; yo incluido. Nos comentaba que una semana antes había tenido una reunión de evaluación anual con uno de mis colegas, un croata (entonces ausente), que en los últimos meses se había mostrado bastante pasivo en el trabajo. En la reunión le había recprochado su actitud, y le había exigido una mejora radical.

Tras el "chorreo", mi compañero -viendo las orejas al lobo- había reaccionado. Y cómo. En una semana había redactado dos informes impecables y había mejorado ostensiblemente el funcionamiento del grupo de trabajo que lideraba.

Hasta ahí, todo estupendo.

Sólo que con su cambio de actitud había conseguido el efecto contrapuesto: el director había comprpobado que únicamente la bronca le había hecho moverse. Y eso le hacía enfadarse aún más. "Coño!" -se decía- "si resulta que este tío era capaz de todo esto, si su capacidad de trabajo daba para tanto, porqué lo tengo que descubrir solamente a través de ultimatums?". "Porqué no me ha demostrado lo que vale sin que tenga que pagarle la bronca?"

Me parece que esta sensación es la misma que muchos seguidores del Athletic hemos sentido hoy, tras ver el juego del Athletic en los últimos 20 minutos. Tanto ímpetu, tanto empuje, tantas prisas, tanta fe, tanta testosterona, tanto acierto... para qué? Para marcar el gol del ampate en el 91? Y si hubiéramos salido así en el minuto 46? No hubieran sido las cosas diferentes?

Si el Athletic ha demostrado tanto talento al final, cómo no preguntarse porqué se ha desperdiciado a causa de un planteamiento frustrante, de una mentalidad de partida (y de partido) obtusa, de un conservadurismo, un esquema que ejerció de telón de acero mental impenetrable durante 75 minutos? Porqué fiarlo todo a la épica final? No tenemos fuerzas, neuronas, músculo, empuje para más?

"La clasificación, amigo, la clasificación" dijo Joaquín hace una semana. Es lo que tiene poner todos los huevos (o nada de huevos) en el cesto de los resultados. Cuando esto te falla, el vacío es descomunal. Total. Abrumador. Mourinho sabe algo de esto. Mañana nos demostrará si ha aprendido.

En el caso de mi jefe, la respuesta sería "te jodes, es en parte responsabilidad tuya, porque no has sabido motivar a tu empleado". En el caso de la afición rojiblanca, me temo que la respuesta es la misma. Si tras Pamplona, tras Getafe, nos hemos quedado mudos (este Blog se incluye, Mea Culpa), cómo no sentirnos responsables ahora?