jueves, 8 de marzo de 2012

Vamos allá. Por el minuto 1

Bueno pues, allá vamos. Esta tarde hay un vuelo Bruselas-Manchester que transportará a tres peñistas (el que escribe, el Secretario y el Tesorero, nada menos, nuestro Tridente de ataque). Sé que hay algún otro que viene desde Bilbao.

Personalmente, voy a Old Trafford por un motivo egoista, no-deportivo y -tengo que admitirlo- bastante idiota: el minuto 1. Estar ahí. Vivirlo. Lo que tenga que pasar después, que pase. Creo que tenemos opciones. Acabo de echar un ojo a su posible alineación y da miedo, pero estamos hablando de un equipo que cayó ante el Basilea -empataron a 3 en Old Trafford y perdieron en Suiza. Luego también tienen sus días tontos. Como todos, Athletic incluído.

Lo que pasa es que para nosotros esto es una ocasión histórica, mientras que para ellos es un vulgar partido de una competición menor. Es una situación que me fastidia un poco, pero no puedo dejar de reconocerlo: Por el momento -repito, por el momento- somos los Paco Martínez-Soria de la situación en "La ciudad no es para mí", llegando a la gran urbe futbolística internacional con orgullo, pero cierta cara de alucinados, el cesto con los capones bajo en brazo, la boina enroscada y la mirada perdida, diciendo "uy que bonico es estoooo...!".

Pero cuando Paco el aldeano se haga respetar (en la grada ya está hecho, en el campo está por ver), tal vez las cosas cambien...

Mañana más. Hoy, a disfrutar.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Rectifico. Ahora sí: a las videotecas

Hace algunos meses, en una de las -a mi juicio- entradas más desafortunadas de este Blog, escribí tras un 0-0 contra el Barça que muchos entrenadores verían -o querrían ver- el partido Barcelona-Athletic de copa (ida en el Nau Camp), como referencia del modo en que había que jugarle al Barça para no perder, al menos. No me refería al excelente nivel de juego de los nuestros -que no le fue, ni mucho menos- sino al hecho de haber sido capaces de "sacar de sus casillas" a un Barça por entonces sideral.

Tras ver lo de esta tarde, me veo obligado a rectificar: lo de hoy sí que es de videoteca. Pero no de las tácticas, sino de las videotecas de las que se consultan por placer, no por obligación.

A pesar de la lógica frustración de que te empaten cuando lo has dado todo y más (Secre, sigo diciendo que Iturraspe le quita el balón a Iraizoz, que el portero no tiene la culpa de nada - a cambio, te reconozco que el despeje de Javi Martínez es una asistencia en toda regla). A pesar del árbitro (qué hay que hacer para que te piten normal contra un "grande"? Tal vez volverte "grande" tú, como nos pasó contra el Salzburgo? En fin...). A pesar de esos dos puntos que vuelven a volar en los minutos finales (ante Valencia y Barça, nada menos. Mekagüen...)

Hay quien comenta que sin lluvia el Barça igual nos hubiera bailado. Lo dudo. En el primer tiempo, con el drenaje de la Catedral funcionando como una obra de ingeniería de primer nivel, la cosa estuvo maravillosa: había dos equipos iguales, el mejor del mundo y el Athletic. El Athletic, joder, el Athletic. Enorme, excelso en cuanto a nivel y entrega, que sólo cedió en los minutos finales, por agotamiento físico más que comprensible.

Y luego el marco incomparable. La Catedral. Química pura. Cuánto sentí no estar ahi...!! (con el 20-O, ya van dos días en los que me duele mucho no estar en Bilbao para vivirlo. Tomo nota).

Y la lluvia. Ah, la lluvia! Sin ella la cosa no hubiera sido igual. Ha sido siempre el ingrediente imprescindible de un partido épico de San Mamés, de los de toda la vida. En el caso de los jugadores del Athletic, les hizo sentirse realmente en la piel de un León. Pero lo que más me llamó la atención del diluvio fue que hizo más grande al Barça - sabía que eran unos artistas, pero verles cumplir tanbién como maestros en las condiciones de esta noche hacen que mi respeto por este enorme Barça -que no era poco, por cierto- sea hoy más grande que ayer. Es como si te dijeran que Leonardo da Vinci también fué campeón de lucha Greco-romana. Qué tíos.

En cuanto al resultado (si dejamos de un lado el minuto en que marcó Messi) el empate es más que justo, y casi diría yo que para extraer lecciones de orgullo de cómo se hace un equipo, es mejor un empate o una derrota que una victoria, no sé si me explico... de las victorias no se aprende tanto: un empate digno ante un gran rival te hace "aprender" más).

Dos últimos apuntes:

- La pancarta de 'Athletic, Karajo!" me ha encantado. Eso es lo que espero de mi público (no esos 4 bobos que gritan lo de siempre tras las porterías). Espero que el estilo, el ingenio, cunda. Esta temporada, iniciada de mala manera, promete. De malos inicios saben algo más de algún éxito reciente en fútbol. Paciencia. Esto pinta bien.

- Hoy en Casa Miguel he soltado de nuevo mi ya clásico "hace cuánto tiempo que viendo un prtido del Athletic no os sentíais tan a gusto?". Ha habido quien me ha recordado que con Caparrós también habíamos disfrutado. Pero era diferente, amiguetes. Con Caparrós habíamos tenido algunos partidos TRANQUILOS, de victoria fácil. Este gozo es diferente. Te da intranquilidad sobre el resultado del partido (véase la primera parte contra el Atlético en San Mamés) pero una serenidad a largo plazo y una seguridad en tí mismo -quiero decir, en tu equipo- pasmosa . No es lo mismo.

(aclaración: sin desmerecer a Caparrós, por supuesto. Gran labor la suya, dónde nos cogió, dónde nos dejó, y con qué mimbres de calidad forjados por su mano. Pero había que cambiar, y me da a mí que el cambio a Josu-Marcelo va a ser una de las mejores cosas que hemos hecho en las últimas décadas)

lunes, 12 de septiembre de 2011

Un debate intenso

Las cosas no pintan bien.

Y en la Peña (oh, gran crisol de culturas, de procedencias y de opiniones - y de ganas de vacilarnos a saco y de quitarle hierro a las cosas serias del fútbol, que como dijo aquel no es cosa de vida o muerte, sino algo mucho más importante), debatimos con pasión.

Los hay que reclaman ya a estas alturas medidas drásticas. Hay quien habla de que el socio se ha equivocado gravemente ("que la hemos cagao", en plata) y que el binomio Urrutia-Bielsa les recuerda a aquel Lamikiz-Mendilibar, con sus consecuencias.
Bromeando, les llamo "agonías". Pero como los "agonías" de nuestra Peña saben de esto del fútbol mucho más que yo, empiezo a tener alguna duda.

Pero en fin, ya que este es mi blog, diré la mía: Entiendo el proyecto de Bielsa como de largo plazo, no en plan “el Ferguson del Athletic”, que hubiera dicho Lamikiz, sino de alguien que viene a implantar una nueva forma de concebir el juego (como JUEGO, diversión, entretenimiento, no como sufrimiento) en un club que lo puede hacer mucho mejor, lo ha demostrado, pero vive acongojado por el recuerdo de unos años pavorosos.

Y es que, a pesar de que esto a algunos les huela a "Urrutikiz y Bielsilibar", a mí no me pasa lo mismo. Por el momento no hay elementos para juzgar en un sentido o en otro, pero yo me fío bastante de las formas. Son tal vez una tontería, pero te indican por dónde va y por dónde va a ir la gente. Lamikiz ya había bajado al césped del campo de Lieja a darse un baño de masas recién elegido Presidente, sin merecérselo aún a mi juicio y bebiendo sin permiso de la copa de éxito que el entrenador, al que –por cierto- al cabo de un par de meses, sin pestañear, acusó públicamente de “fracasar” (eso puede que lo pensáramos todos, que la eliminación ante el Austria de Viena fue un fracaso, pero un Presidente no puede decirlo). En la temporada siguiente, Lamikiz ya faroleaba en Septiembre, tras echar al otro entrenador de malas maneras (no presentando una candidatura diferente al socio, de modo abierto, como en esta ocasión) que el Athletic era líder en la primera jornada -después del 3-0 de arranque a la Real- y que no cabía descartar que lo fuera también en la última.


Lamikiz empezó a tomar decisiones que torcieron el proyecto una vez elegido: entró con Valverde, con un esquema que funcionaba, lo cambió y fracasó. Urrutia es otra cosa: puede que su apuesta sea errónea, pero al menos ha ido de cara y el socio ha podido elegir la medicina que se le va a aplicar conociéndola de antemano, y –sobre todo, y esto no hay que olvidarlo- conociendo el tratamiento que se le iba a seguir aplicando en caso de elegir la otra opción. Con Lamikiz esto no pasó; en su programa electoral abierto no estaba cargarse a Txingurri.


No quiero hacer de esto una cerrada defensa de Urrutia: aún no se sabe lo que nos va a traer, es pronto. Pero pongo el ejemplo anterior de relevancia para subrayar lo inadecuado de la comparación que planea en más de una cabeza en estos momentos.


Pasemos al entrenador: a algunos de nuestros peñistas les irrita la actitud de Bielsa de reconocer en demasía sus errores (lo hizo con los descartes, lo ha hecho más recientemente al admitir que sus ideas no han calado aún). Bueno, la verdad es que no le veo nada malo. Nunca me han gustado los Iruretas de turno, que tras el 2-0 de Anorthosis dijo aquello de “es que el césped estaba alto”. Prefiero a los tíos que van de cara. Y este, habiendo ya reconocido dos errores graves ante su nueva gente (que sabe que no le conoce, que sabe que se arriesga), demuestra tener un carácter y una seguridad en sí mismo admirable. Pocos recién llegados lo harían (¿vosotros reconoceríais abiertamente errores nada más llegar a vuestro nuevo curro?). El sí. Pues olé sus huevos.


Y en cuanto al juego, ayer vi cosas que me gustaron. Las dos ocasiones más claras del Athletic en la primera parte vinieron de jugadas bastante diferentes a lo que he visto estos últimos años, y me gustó (el pase en profundidad de Muniain al hueco a Llorente, al que le pararon el mano a mano, fue una cosa que no había visto entre los nuestros desde Garitano y Guerrero, más o menos).


Resumiendo: paz y ciencia. Calmemos las cosas y dejemos al experto actuar. Tengo confianza en Bielsa. Y me extraña que en nuestra Peña alguien tan habitualmente comedido como el Secre se rasgue las vestiduras desde tan temprano (lo cual me da a indicar que tal vez me esté equivocando yo, la verdad). Pero reitero mi apuesta: este Bielsa trae cosas nuevas, y soy partidario de dejarle hacer. En algunas se equivoca (estoy con el Tesorero en que lo nuestro nunca ha sido jugar con la defensa adelantada), pero lo que tengo por seguro es:


a) que tonto no es,


b) que sabe escuchar (si tonto no es y viene como nuevo a un ambiente desconocido, lo hará);


c) que se le va a dar tiempo (si la Directiva le hace dimitir antes de navidades se tendrá que ir con él, supongo), y


d) que por lo general, su estilo –como el del Presi, al que se le puede acusar de bisoñez pero por el momento de poco más- me gusta.


Se empieza por eso. Los resultados ya vendrán, espero. Pero en todo caso, prefiero arriesgar antes que condenarme a suspirar de desesperación cada vez que veía los patadones habituales.


Venga pues.


domingo, 29 de mayo de 2011

Gatillazo de contador

No, no me refiero al flamante vencedor del Giro, sino a nuestro contador, con c minúscula, el de este Blog.

La ventana electrónica que informaba sobre el número de visitas que recibíamos, y nos indicaba desde dónde estaban hechas. El año pasado, con motivo del partido del Anderlecht, llegamos a contabilizar varios cientos. Pero indudablemente lo que más ilusión me hacía era ver la diversa procedencia de nuestr@ lectores: teníamos gente que -quién sabe si por error, que seguramente, pero nos gustaba imaginar que era por convicción- nos había visitado desde Jordania, Hungría, Corea, Estados Unidos, Brasil, Bolivia, Argentina... Nuestro Tesorero me lo comentó el otro día desde Noruega, donde estaba de viaje (seguramente -aunque estuviera en mitad de un fiordo perdido- habría entrado para añadir la bandera del país nórdico a nuestra "clientela internacional", el Tesorero es un tipo muy comprometido con la causa). Me envió un sms que rezaba "El contador del Blog está a Cero! Snif...".

Pues sí. GAN Snif. Una pena. Si hay algún alma caritativa por ahi que nos pueda aconsejar sobre como podriamos recuperar la memoria de visitas, le estariamos agradecidos...

lunes, 2 de mayo de 2011

Mi jefe, el cesto y los huevos

Tengo que confesar que en los últimos minutos del partido de hoy mi pensamiento me ha llevado en primer lugar hasta mi jefe (el Director de la oficina para la que trabajo).

Y es que una de las cosas malas que tiene el formar parte de una estructura laboral, con superiores que de vez en cuando te dan charlas que en principio te resbalan pero en el fondo te influyen, es que a veces la cabeza se te va hacia una conversación relacionada con el trabajo.

Esta vez ha sido hacia una reunión que tuve, junto con parte del equipo, con el big boss acerca de un colega no demasiado cooperador. Fue hace cosa de dos meses. Lo recuerdo porque me llamó especialmente la atención la actitud agresiva del director. Estaba muy enfadado. Un cabreo de mil pares, contra todo el mundo; yo incluido. Nos comentaba que una semana antes había tenido una reunión de evaluación anual con uno de mis colegas, un croata (entonces ausente), que en los últimos meses se había mostrado bastante pasivo en el trabajo. En la reunión le había recprochado su actitud, y le había exigido una mejora radical.

Tras el "chorreo", mi compañero -viendo las orejas al lobo- había reaccionado. Y cómo. En una semana había redactado dos informes impecables y había mejorado ostensiblemente el funcionamiento del grupo de trabajo que lideraba.

Hasta ahí, todo estupendo.

Sólo que con su cambio de actitud había conseguido el efecto contrapuesto: el director había comprpobado que únicamente la bronca le había hecho moverse. Y eso le hacía enfadarse aún más. "Coño!" -se decía- "si resulta que este tío era capaz de todo esto, si su capacidad de trabajo daba para tanto, porqué lo tengo que descubrir solamente a través de ultimatums?". "Porqué no me ha demostrado lo que vale sin que tenga que pagarle la bronca?"

Me parece que esta sensación es la misma que muchos seguidores del Athletic hemos sentido hoy, tras ver el juego del Athletic en los últimos 20 minutos. Tanto ímpetu, tanto empuje, tantas prisas, tanta fe, tanta testosterona, tanto acierto... para qué? Para marcar el gol del ampate en el 91? Y si hubiéramos salido así en el minuto 46? No hubieran sido las cosas diferentes?

Si el Athletic ha demostrado tanto talento al final, cómo no preguntarse porqué se ha desperdiciado a causa de un planteamiento frustrante, de una mentalidad de partida (y de partido) obtusa, de un conservadurismo, un esquema que ejerció de telón de acero mental impenetrable durante 75 minutos? Porqué fiarlo todo a la épica final? No tenemos fuerzas, neuronas, músculo, empuje para más?

"La clasificación, amigo, la clasificación" dijo Joaquín hace una semana. Es lo que tiene poner todos los huevos (o nada de huevos) en el cesto de los resultados. Cuando esto te falla, el vacío es descomunal. Total. Abrumador. Mourinho sabe algo de esto. Mañana nos demostrará si ha aprendido.

En el caso de mi jefe, la respuesta sería "te jodes, es en parte responsabilidad tuya, porque no has sabido motivar a tu empleado". En el caso de la afición rojiblanca, me temo que la respuesta es la misma. Si tras Pamplona, tras Getafe, nos hemos quedado mudos (este Blog se incluye, Mea Culpa), cómo no sentirnos responsables ahora?

domingo, 27 de febrero de 2011

Lo de David Navarro

Derrota medio-merecida hoy ante un rival que nos ha superado desde el pragmatismo. El Valencia ha sido más equipo hoy, en general, aunque de haber mordido más en la primera parte, otro gallo nos hubiera cantado. Y de Muñiz -oh milagro- ninguna queja, salvo que se comió un penalty en contra (que no es queja, con todo lo que nos ha quitado este engominado personaje, tampoco voy a poner un grito en el cielo por algo en que no nos haya perjudicado). Pero demuestra que este tío es simplemente muy malo.

A lo que voy: la pantomima escandalosa de David Navarro. Impresionante. Le abre la cabeza a Llorente (hasta ahí, vale, lances del juego, entras duro, te llevas una tarjeta amarilla o más bien bermellón, y listos, todo el mundo lo hace de vez en cuando, hay muchos equipos que se quedan con 10 merecidamente, incluídos nosotros de vez en cuando). Lo de tirarse... en fin, estirando un poco también lo admito, por aquello de evitarte la tarjeta (hay pocos colegiados que amonesten a un moribundo, aunque a veces deberían hacerlo).

Pero lo de estar en el suelo 5 minutos (¡Llorente se levantó antes que él, por Dios!), hacer que te saquen en camilla y reincorporarte con la frente dolorida (aún se llevaba la mano a la sien, el muy sinvergüenza) es de juzgado de guardia. No sé lo que hará Emery, pero un entrenador que tenga en cuenta su prestigio personal, su imagen a largo plazo como defensor del juego (no digo ya del juego limpio, sino del JUEGO, y no del sainete barato) debería sancionar al jugador una vez visto el video de lo que ha pasado. Y publicitarlo, para que se vea que el tramposo acaba pagando. Que proclame en voz alta "estos fantoches a mí no me van, aunque vistan mi camiseta".
Y lo peor es que al jugador -a corto plazo, claro está- le ha salido bien la treta (probablemente sólo con un árbitro tan malo te salgan bien esas cosas): ni amarilla.

Algo para grabar y mostrar en la escuelas. Unai, esperamos tu reacción. Y que no quepa duda de que en caso de haberlo hecho un jugador del Athletic pediría lo mismo. Estas cosas, simplemente, no pueden ser.

martes, 21 de diciembre de 2010

A las videotecas

Escribo esto nada más terminar el partido: Hasta esta noche, los entrenadores del mundo tenían dos patidos de referencia para saber cómo afrontar un partido contra el Barça: el del Mallorca y el del Hércules. El (gran) logro de esta noche ha sido añadir un tercer video. Con más mérito si cabe, ya que el Athetic ha sabido romper una racha extraordinaria, tanto en juego como en resultados.

No voy a añadir nada que los periódicos vayan a decir. Hay partido de vuelta.