domingo, 6 de noviembre de 2011

Rectifico. Ahora sí: a las videotecas

Hace algunos meses, en una de las -a mi juicio- entradas más desafortunadas de este Blog, escribí tras un 0-0 contra el Barça que muchos entrenadores verían -o querrían ver- el partido Barcelona-Athletic de copa (ida en el Nau Camp), como referencia del modo en que había que jugarle al Barça para no perder, al menos. No me refería al excelente nivel de juego de los nuestros -que no le fue, ni mucho menos- sino al hecho de haber sido capaces de "sacar de sus casillas" a un Barça por entonces sideral.

Tras ver lo de esta tarde, me veo obligado a rectificar: lo de hoy sí que es de videoteca. Pero no de las tácticas, sino de las videotecas de las que se consultan por placer, no por obligación.

A pesar de la lógica frustración de que te empaten cuando lo has dado todo y más (Secre, sigo diciendo que Iturraspe le quita el balón a Iraizoz, que el portero no tiene la culpa de nada - a cambio, te reconozco que el despeje de Javi Martínez es una asistencia en toda regla). A pesar del árbitro (qué hay que hacer para que te piten normal contra un "grande"? Tal vez volverte "grande" tú, como nos pasó contra el Salzburgo? En fin...). A pesar de esos dos puntos que vuelven a volar en los minutos finales (ante Valencia y Barça, nada menos. Mekagüen...)

Hay quien comenta que sin lluvia el Barça igual nos hubiera bailado. Lo dudo. En el primer tiempo, con el drenaje de la Catedral funcionando como una obra de ingeniería de primer nivel, la cosa estuvo maravillosa: había dos equipos iguales, el mejor del mundo y el Athletic. El Athletic, joder, el Athletic. Enorme, excelso en cuanto a nivel y entrega, que sólo cedió en los minutos finales, por agotamiento físico más que comprensible.

Y luego el marco incomparable. La Catedral. Química pura. Cuánto sentí no estar ahi...!! (con el 20-O, ya van dos días en los que me duele mucho no estar en Bilbao para vivirlo. Tomo nota).

Y la lluvia. Ah, la lluvia! Sin ella la cosa no hubiera sido igual. Ha sido siempre el ingrediente imprescindible de un partido épico de San Mamés, de los de toda la vida. En el caso de los jugadores del Athletic, les hizo sentirse realmente en la piel de un León. Pero lo que más me llamó la atención del diluvio fue que hizo más grande al Barça - sabía que eran unos artistas, pero verles cumplir tanbién como maestros en las condiciones de esta noche hacen que mi respeto por este enorme Barça -que no era poco, por cierto- sea hoy más grande que ayer. Es como si te dijeran que Leonardo da Vinci también fué campeón de lucha Greco-romana. Qué tíos.

En cuanto al resultado (si dejamos de un lado el minuto en que marcó Messi) el empate es más que justo, y casi diría yo que para extraer lecciones de orgullo de cómo se hace un equipo, es mejor un empate o una derrota que una victoria, no sé si me explico... de las victorias no se aprende tanto: un empate digno ante un gran rival te hace "aprender" más).

Dos últimos apuntes:

- La pancarta de 'Athletic, Karajo!" me ha encantado. Eso es lo que espero de mi público (no esos 4 bobos que gritan lo de siempre tras las porterías). Espero que el estilo, el ingenio, cunda. Esta temporada, iniciada de mala manera, promete. De malos inicios saben algo más de algún éxito reciente en fútbol. Paciencia. Esto pinta bien.

- Hoy en Casa Miguel he soltado de nuevo mi ya clásico "hace cuánto tiempo que viendo un prtido del Athletic no os sentíais tan a gusto?". Ha habido quien me ha recordado que con Caparrós también habíamos disfrutado. Pero era diferente, amiguetes. Con Caparrós habíamos tenido algunos partidos TRANQUILOS, de victoria fácil. Este gozo es diferente. Te da intranquilidad sobre el resultado del partido (véase la primera parte contra el Atlético en San Mamés) pero una serenidad a largo plazo y una seguridad en tí mismo -quiero decir, en tu equipo- pasmosa . No es lo mismo.

(aclaración: sin desmerecer a Caparrós, por supuesto. Gran labor la suya, dónde nos cogió, dónde nos dejó, y con qué mimbres de calidad forjados por su mano. Pero había que cambiar, y me da a mí que el cambio a Josu-Marcelo va a ser una de las mejores cosas que hemos hecho en las últimas décadas)