sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Micrófonos de ambiente o amplificadores de odio?

Acabo de ver el partido Real Madrid - Athletic por Internet. Poco que comentar, salvo el hecho de que me he sentido bastante más a gusto durante la mayor parte de este encuentro que durante nuestra pírrica victoria el año pasado en San Mamés. Hay maneras cutres de ganar y maneras honrosas de perder. Hoy el Athletic me ha gustado mucho durante el 70% del partido.

A lo que me refiero con el título de este post es a que las televisiones se deberían de replantear dónde situan los micrófonos para captar el ambiente de las gradas. En este partido he tenido que estar oyendo a los energúenos de Ultra Sur y sus cánticos homófobos y vascófobos, hasta que ya no he podido más y he quitado el sonido. Sus cánticos no eran "de fondo": a juzgar por el volumen que la TV les daba, parecían casi tan importantes como lo que pasaba sobre el césped (al menos se oían tanto como la narración de los comentaristas). Insoportable. ¿No hay nadie que regule la posición y el volumen de estos micrófonos? Seguro que sí.

No quiero ser partidista: en muchos encuentros retransmitidos desde San Mamés me avergüenza la simpleza y boronería de los cánticos de los fondos, amplificados también por su correspondiente despliegue de micrófonos de televisión (de verdad, ¿no se puede aspirar a oír algo más que "cabón, hi-jo-pu-ta-ma-ri-cón, es-pa-ñol" cada vez que saca el portero -aunque sea brasileño- y el consabido "es-pa-ñoles, hi-jos-de-pu-ta"? ¿No hay euronas para inventar algo nuevo, más ingenioso, menos destructivo, después de tantos años?).

¿Nadie se da cuenta, en San Mamés y en el Bernabeu, de que se está llevando a lo peor de cada afición a los hogares y ordenadores de millones de personas en todo el mundo? Yo he estado en ambos estadios y sé que los cánticos de ese tipo no representan ni al 5% del aforo. No puede ser que se dé un trampolín gratuito tan eficaz para estos coros lamentables. Aunque ya no sea por fomentar el "amor entre aficiones" (o evitar el odio, más bien), que sea por el vil metal. En un tiempo en el que la violencia en el fútbol amenaza con dañar seriamente el negocio, ¿no podemos pensar en transmitir una imagen más positiva del espectáculo que estamos viendo? ¿Qué pensará un chaval de Bilbao tras el partido de hoy? "Los de Madrid nos llaman de todo, son todos iguales, qué gente". Igualmente en el sentido inverso cuando se juegue el partido de vuelta. Una pena.

Ambiente hay, y sobrado, y del bueno, en los dos estadios. Basta con no captar lo peor de cada casa y amplicarlo. Es un pequeño gesto. Señores de las televisiones, ¿hay alguien ahí?