domingo, 21 de febrero de 2010

De este meón no queremos nada

El Athletic ha identificado y suspendido cautelarmente como socio al individuo que orinó sobre los aficionados del Anderlecht.

Mi opinión personal: me alegro, y espero que esta suspensión sea definitiva. Este tipejo ha puesto al Athletic y a su afición en evidencia delante de toda Europa, además de dar argumentos de peso (una imagen vale más que mil palabras) a la minoría de aficionados belgas que fueron a Bilbao a liarla, y que por fotos como esta se sienten más que legitimados para dar un recibimiento "caliente" (cito textualmente la prensa belga) a los aficionados del Athletic que vengan a Bruselas.

Con grandes dosis de entusiasmo y bastantes horas de precioso tiempo habíamos intentado que el partido del próximo jueves fuera una fiesta, pero impresentables como este (algunos bilbaínos, otros tantos belgas) lo han transformado en un acontecimiento de riesgo.

Me paro en la foto: En nuestro post anterior decíamos que el niño meón ya es nuestro. El imbécil meón, afortunadamente, no lo es. El copyright del logo lo tenemos desde antes. Y el león del genial Forges tiene seguramente muchas más neuronas que él.

3 comentarios:

  1. Un impresentable poco original, el meón este. Pero bastante impresentable también el que se le ocurrió poner a este animalito encima de los del Anderlecht.
    ¡Pero que no decaiga la fiesta!

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  2. Cita extracto del discurso pronunciado por el Presi en el ayuntamiento de Bruselas:

    "La generosidad con la que esta ciudad nos ofrece –justo hoy- uno de sus emblemas para vestirlo con nuestros colores es un símbolo que debe servirnos de ejemplo a todos, a los de aquí, y a los de allí, para comportarnos siempre con más tolerancia. Gestos como este nos tienen que enseñar, a bruselenses y bilbaínos, que nuestros cánticos deben ser para festejar, no para provocar. Nuestras botellas, para compartirlas, no para hacer tiro al blanco con que está debajo, nuestras bufandas, para intercambiarlas con una sonrisa, no para identificar al otro como enemigo. Que nuestros asientos están para disfrutar del espectáculo juntos, no para arrancarlos y usarlos como armas. Y que la única micción que merece la pena ver es la del pequeño Manneken, otras sobran y avergüenzan.

    La leyenda nos cuenta que el pequeño Manneken apagó con su gesto una bomba que iba a destruir la muralla de la ciudad. Esperemos que la estatua hoy vestida de rojiblanco apague otros fuegos y modere tensiones."

    ZORIONAK!! LO CONSEGUIMOS!!

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  3. Por peña como esa me eoncotré con una pandilla de skinheads buscando vascos justo debajo de la oficina. Que tiene huevos, que la primera vez que mis compañeros belgas me mencionan que han visto vascos en la tele por algo que no era un atentado terrorista tengan que venirme con estas... aficionado al athletic no soy, pero como vasco, se me cae la cara de vergüenza.

    Eso sí, me pasé al mediodía a ver el mannekin y la txapela se salía.

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